The BEST review I´ve read of BOUNCE (spanish and...english?)
If someone want to translate...it´s the best I have read.
Quizá me digan que es fácil escribir una crítica del octavo disco de Bon Jovi nueve meses después de su edición, a finales del verano pasado. Pero lo cierto es que, siendo un grupo archicriticado y multiobservado como este quinteto de Nueva Jersey, viene bien dejar que las aguas se calmen un poco y, de paso, aprovechar para contestar a todas las críticas y objeciones que, invariablemente, tiene sortear este grupo cada vez que hace algo. Además, el paso del tiempo y el haber oído el disco en directo, tienden a atemperar y matizar bastante alguna que otra opinión exaltada que pudieran provocar al principio algunas canciones de Bounce.
Sí, este grupo no es lo que era antes. Sí, su cantante es atractivo y se beneficia de ello. Sí, en directo su voz ya no es tan buena como solía serlo. Sí, la guitarra de Richie Sambora quizá no destaque tanto en punteos como antes. Todo eso son verdades, pero yo me pregunto ¿y? Efectivamente, ya no son lo que eran antes… son mejores. Jon Bon Jovi sigue teniendo gancho entre las chicas… menos mal. A veces en concierto pierde voz… como le ha ocurrido a la mayoría de cantantes de rock ochentero. Y Sambora ya no puntea tan alocadamente… pero ha ganado en elegancia y madurez.
Bon Jovi siempre ha tenido que pagar un precio muy alto por hacer discos tan variados entre sí. Del AOR y el heavy metal de sus dos primeros discos, evolucionaron al hard rock tan aclamado de Slippery When Wet y New Jersey, y de ahí al metal duro de Keep The Faith para culminar con su inclasificable obra maestra, These Days. En 2000, Crush fue una aceptable vuelta al ruedo y, ahora en 2002, les noto más que nunca cohesionados como grupo. Bounce no es un disco de Jon Bon Jovi ni de Richie Sambora, es un disco de Bon Jovi, en donde todos tienen su importancia. Además, lo mejor es que, si bien se presentan al público dando una imagen muy a la moda, ahora son más duros que antes, pues han tomado prestadas muchas cosas del rock alternativo actual, e incluso del modern rock americano, y las han mezclado con su inimitable e inconfundible marca de estilo, hasta el punto que, para mi, han dignificado muchísimo, con sus mágicas letras y sus espléndidas melodías, lo que en otros campos están haciendo Creed, Our Lady Peace o 40ft Ringo.
VUELVEN LAS GUITARRAS
Y qué mejor manera de entrar diciendo "aquí estoy yo, y Crush es un disco para nenas" que con el arranque demoledor de Undivided, tanto musical (unas guitarras oscurísimas que suenan como una tormenta) como líricamente ("that was my brother, lost in the rubber, that was my sister, lost in the crash", en referencia al 11-s). Le sigue un excelente puente y un estribillo antológico, de esos que te hacen vibrar con auténticas melodías rock, cantando con garra por Jon Bon Jovi y coreado con delicadeza por Richie Sambora. Los gritos de la segunda estrofa, el constante guitarreo, el intenso punteo y el trecho final que introducen las palabras "enough, enough" no hacen más que redondear una de las mejores canciones del grupo. Atención también a los últimos treinta segundos de canción, cuando parece que la tormenta ha pasado y aparecen violines y guitarra acústica: el efecto que consigue es de auténtica obra de arte y la apelación del estribillo a permanecer unidos por encima de las diferencias cobra una emotividad tremenda teniendo el recuerdo en la cabeza de los terribles atentados de 2001.
Pero no es momento de ponernos lacrimógenos y sí de animar a que olviden sus complejos todos aquellos que temen mostrarse ante la gente cómo realmente son. Así que de nuevo enchufamos las guitarras bien altas para dar comienzo a Everyday, el single que abrió la promoción de Bounce. Un tema lleno de producción, compacto y quizá poco dado a variaciones, en el que Jon Bon Jovi vuelve a lucirse, pues es él con sus complicadas entonaciones el que lleva la canción, de estrofas atonales, un puente que cambia vertiginosamente la melodía (hasta acabar con un abrupto "I'm on my way!") y un estribillo en el que las entonaciones descendentes rompen de nuevo con lo que habíamos oido antes. Es un estilo nuevo en Bon Jovi, pero no sólo por el modo de cantar sino también por la base rítmica (brutal) y la batería (trepidante). Aun así, creo que hay algo de la melodía de Keep The Faith cuando Sambora marca el riff de fondo que acompaña a la frase "bleeding, sweeting, dying" del estribillo y, por cierto, el solo de guitarra resulta particularmente espectacular en los tonos agudos, que suenan en una suerte de ascensión "dramática".
The Distance es la balada del rock alternativo que, por ejemplo, han hecho Creed en My Sacrifice y Our Lady Peace en Somewhere Out There. ¿Supone ello que The Distance sea un plagio de éstas? No. Lay Your Hands On Me era la canción sincopada específica del hard rock, que también hizo Def Leppard en Pour Some Sugar On Me, Danger Danger en Everybody Wants Some, Firehouse en Rock On The Radio y Warrant en Cherry Pie (todas ellas inspiradas, desde mi punto de vista, en el I Love Rock 'n Roll de Joan Jett). Si The Distance es un plagio, admítase lo mismo de Lay Your HandsOn Me. Ahora bien, dejando al margen esta cuestión, he de decir que me parece una canción con la que Bon Jovi han llegado al punto exactamente opuesto de sus influencias, es decir, han llegado a Led Zeppelin. Y digo esto porque es una balada guitarrera con contrarritmos a medio camino entre un funk ralentizado y el toque "groove" de los Zeppelin. Por lo demás, destacar la magnífica labor de Richie Sambora en guitarras, melodías y talk-box, los momentos en que Jon Bon Jovi modula su bella voz flotando sobre guitarras acústicas… y la simbólica letra de la canción, toda llena de imágenes poéticas que dan forma definitiva a esta interesante balada ambiental.
El siguiente trío de canciones son de esas en las que digo que noto unido al grupo, sin que nadie sobresalga por encima de nadie. Suponen un cierto parón después del grandioso arranque, como una pausa publicitaria que, para colmo, va de mejor (Joey) a peor (All About Lovin' You). Pero, en cualquier caso, da gusto poder apreciar la labor de cada músico, ya sean esos emocionantes coros de Richie Sambora o las indispensables ambientaciones de David Bryan.
Un par de notas de piano clásico preludian la historia de Joey, cantada por un portentoso Jon Bon Jovi asumiendo el papel de narrador de la vida de Joey Keys, un chico de barrio amigo del protagonista de la canción, que ha de tomar las riendas de su vida y salir de la monótona vida que lleva (brillante la contraposición entre la amarga frase que dice el padre de Joey, "tomorrow is a ride that goes nowhere" y la afirmación final llena de optimismo "tell the old man it's tomorrow; we're off to find somewhere"). Una canción muy elaborada que avanza sobre los teclados de David Bryan, acompañados de violines, guitarras acústicas de base y que contiene uno de los mejores momentos musicales del disco, a saber, cuando los violines se cuelan en los silencios del solo de Sambora quien, por cierto, nuevamente está soberbio en los coros, sobre todo ese "who you're gonna be!!". El tema tiene un cierto aire a Elton John, y es de un pop tan delicioso y sencillo que te atrapa sin remedio.
Con Misunderstood ocurre algo parecido. Al principio, es un tema que puede pasar inadvertido, o incluso desagradar. Pero lo cierto es que es un pop-rock nuevo en Bon Jovi, una canción muy actual que empieza con acordes de guitarra acústica, ritmos de batería llenos de golpes intermedios (esta es LA canción de Tico Torres), y un fondo de guitarra eléctrica intermitente, tomado a partes iguales del solo de Freak Of the Week (Marvelous 3) y del estribillo de For Nancy ('Cos It Already Is), del cantautor electro-acústico Pete Yorn. Aunque Jon Bon Jovi cante en plan balada, el tema tiende más a un tipo de medio tiempo cañero muy comercial y radiable (tanto, que Misunderstood fue de las canciones más "aireadas" en EEUU durante el primer trimestre de 2003). Salió como segundo single en una versión remezclada, y resultó ser uno de los pocos remixes que mejoran el original -en directo, de hecho, la tocan con los añadidos de la remezcla-. Ambas comparten una estructura sencilla de estrofas, puentes y estribillos que llegan a su clímax en un eficaz punteo de guitarra. Y es una canción preciosa, con la que más de un "incomprendido" por su novia o mujer podrá identificarse, un tema que crece y gana en gustabilidad cada vez que lo vuelves a oir.
Si algo es All About Lovin' You es agradable. Nada hay en ella especialmente llamativo: Bon Jovi están probando a hacer a su manera la balada de la "nueva ola" acústica que nos invadió entre 2001 y 2002. Es decir, un tipo de canción muy liviana -no hay cambios de ritmo significativos, ni subidas de intensidad, ni solos de guitarra-, artesanal en su ejecución -el hammond de David Bryan da una textura muy bonita a las estrofas-, sencilla en sus melodías -atención a las finas notas con que Richie Sambora introduce la canción- y arrebatadoramente romántica en la letra. Thank You For Loving Me del Crush fue un timo: como su composición se basaba en una estructura de progresión acumulativa, parecía que iba a ser una gran power balada, pero resultaba tan típica y tan básica, que sus pretensiones de emocionar se hacían algo ridículas. All About Loving You, en cambio, no engaña: es una canción "correcta", para degustar sin complicaciones. Eso si, si algo hubiera que recordar de este que fue tercer single sería, exclusivamente, el "every time I look at you, baby, I see something new" del estribillo. Una apelación a ser "creativos" en el amor, tan acertada como brillante.
UN EXTRAÑO CAOS LLENO DE CALIDAD
A partir de aquí soy incapaz de establecer grupos de canciones, entre otras cosas por la disposición de las mismas, en la que se imponen las baladas. En este punto, se disparan las opiniones sobre qué demos (Alive, Lucky, Standing, Another Reason To Relieve) podrían, si hubieran sido incluídas, haber realzado la lista de canciones que compone la segunda mitad del disco. Lo cierto es que, aún siendo excelentes, no acabo de ver que alguna de ellas cuajara al cien por cien con el estilo de Bounce y por eso -dejando al margen si están mejor o peor secuenciadas- es que tiendo a ver a estas seis últimas canciones como un conjunto caótico pero que, no obstante, rebosa calidad, se mire como se mire.
Encendemos motores. Si el trallazo con el que empieza Hook Me Up no te hace vibrar, deberías hacer que te revisen los oidos. ¡Vaya tema! Guitarras oscuras, hard rock y caña a tope. El bombo de Tico Torres dirigiendo lo que podría ser un buen himno de estadio, Jon Bon Jovi y Richie Sambora de la mano cantando, este último brindándonos un electrizante solo de guitarra… ¿alguien quiere más?
Repentinamente, los Jovi bajan de cuarta velocidad a primera para Right Side Of Wrong, una balada musicalmente "épica" y líricamente trágica con un largo punteo, no tan impresionante pero más bello que el de Dry County. Jon Bon Jovi demuestra lo buen letrista que es desde la primera línea: "A friend of a friend needs a favor. No questions asked, there's not much more to say". ¿Se puede resumir mejor que en esta frase una historia de gangsters al estilo de la película Camino a la perdición (2002, Sam Mendes)? Como fondo, tenemos una orquestación preciosa, el piano y la ambientación de David Bryan y una sólida base de guitarras acústicas en las estrofas iniciales. Y en primer plano la historia de la canción, muy del cine negro, sobre dos amigos que roban un banco por hacer un favor a un tercero… con no muy buenos resultados. Se trata una canción cuidadísima, una auténtica obra de arte, en la que chocan los talentos de Jon Bon Jovi, en letra y voz, con los de Richie Sambora, que despliega su personal estilo en el extenso y brillante solo de guitarra que hay a mitad de canción.
Metemos la segunda marcha para Love Me Back To Life, intraducible título de esta impresionante balada llena de guitarras agresivas. Aquí hay de todo: melodías de talk-box, estrofas sencillas con guitarra acústica, Jon Bon Jovi modulando como él sabe y un conjunto de violines que acompañan a los ligeros contrarritmos de guitarra eléctrica en el estribillo. La letra contiene frases memorables ("can't figure out whose live i'm living"), pero lo mejor del tema se concentra en el medio minuto donde violines, talk-box, punteo de guitarra y melodía se funden todo en uno. Podría ser un buen single.
You Had Me From Hello repite las virtudes y defectos de All About Lovin' You. Pero esta vez se trata de una balada eminentemente acústica, elemental y muy tranquila, que no se sabe muy bien como vino a parar a este disco. La sutil ambientación de David Bryan sigue siendo muy eficaz en las estrofas, Richie Sambora con sus guitarras otorga al conjunto un cierto tono artesanal y añejo, y Jon Bon Jovi canta en tonos muy bajos una letra inspirada en una escena del film Jerry Maguire (1996, Cameron Crowe). Hay un cambio de ritmo al final, de una intensidad muy moderada, como requiere el tempo de esta canción, más apropiada para el último Mark Knopfler que para un grupo que hace no mucho nos deleitaba con la magistral This Ain't A Love Song.
Colocar tres baladas antes, no es la mejor manera de anteceder al bombazo que supone la canción Bounce. Guitarras que se aproximan, ritmos programados, batería acústica y de pronto la voz de Jon Bon Jovi que detiene todo: "i've been knocked down, so many times". Empieza la fiesta, con una composición que estira las ideas de It's My Life en utilización de pausas, golpes de batería, talk-box… pero que, desde mi punto de vista, mejora notablemente a It's My Life, básicamente por dos motivos. En primer lugar, por el antológico puente de la canción "you can call it karma, call it luck; me, i just don't give a…" y, en segundo lugar, por el breve pero excelente punteo de Richie Sambora, que además se la pasa guitarreando durante todo el tema. Está todo tan bien dispuesto que la canción se pasa en un suspiro, aunque da tiempo para considerarla como una de las mejores de la historia del grupo.
El disco se cierra con Open All Night, un tema objetivamente interesante, cantado por un Jon Bon Jovi meloso y melancólico (atención a la melodía del "i don't wanna fall in love with you", momento en el que cada palabra tiene su entonación, como bien notó Jon Tyler). Es una canción digna de estar en un These Days, junto con Diamond Ring y Bitter Wine, pero, en mi opinión, le falta algo de la profundidad que portaban aquellas. No encuentro ninguna línea de la belleza de "what was once holy water, tastes like bitter wine" y, además, el hecho de que sea la sexta balada del disco, le coge a uno ya sin ganas de oir más. Eso si, la guitarra de Richie Sambora suena perfectamente a juego con el aire lánguido del tema.
UNA PARADA EN EL CAMINO
Bon Jovi está siguiendo el camino habitual de un grupo de música: después de haber dado el do de pecho, musicalmente hablando, con su obra maestra These Days, nos ofrecieron un disco normalito y comercial como Crush. Cumplida la misión de desengrasar músculos y descansar con un disco fácil, era hora de aceptar nuevos retos y así lo han hecho en Bounce, volviendo a trabajar duramente en las composiciones (Joey, Right Side Of Wrong), haciendo acopio de nuevas influencias (The Distance, Love Me Back To Life), respetando el aspecto comercial consustancial al grupo (Bounce) y ofreciendo un conjunto de canciones muy compactas, inimaginables sin la presencia de alguno de ellos.
Es por todo ello que cabe valorar muy positivamente el esfuerzo presente en cada minuto del disco. Quizá para muchos, la banda no ha hecho más que recoger lo que han hecho otros sin aportar nada de cosecha propia. No estoy de acuerdo, y creo que es una opinión generada por el hecho de que el álbum suene tan actual. Sin duda, no es un disco para el gusto de todos, pero como decía al principio, creo que Bon Jovi han introducido melodías nítidas donde antes había eran esquemáticas, y letras inteligibles donde antes sólo había frases inconexas. Añádase esto al hecho de que en el disco sí hay avances (los storytellings de Joey y Right Side, el aire cinematográfico de muchos temas, la recuperación de la guitarra rítmica y, por ende, del ritmo), para desear que esta banda no se canse nunca de ofrecer buen rock comercial con guitarras y melodías y, si encima varían de disco a disco, mejor.
EN RESUMIDAS CUENTAS
Lo mejor:
La vuelta al rock duro, el impresionante arranque de Undivided, las letras -bien escritas, emotivas en algunos casos e inteligibles siempre-, los coros de Richie Sambora en todo el disco y la cohesión con la que suena el grupo.
Lo peor:
Algunas canciones demasiado "normalitas" como All About Lovin' You o You Had Me From Hello y la mal secuenciada sucesión de canciones finales.
La canción:
Undivided, lo mejor que han hecho desde Hey God.
El momento:
Richie Sambora despuntando en Joey cuando exclama "who you're gonna be" (y que trae a la memoria aquel maravilloso momento del New Jersey, cuando sobresalía su grito "you know my hands are dirty" en I'll Be There For You).
Los bonus tracks:
No Regrets es a Bounce lo que Neurotica era a Crush: la mejor canción (según muchos). Quizá no sea para tanto, pero lo cierto es que el solo de guitarra -un poco saturado al estilo flash de finales de los ochenta- y, sobre todo, el fantástico estribillo, dan que pensar. El otro bonus track, Postcards From The Wasteland, es un desperdicio, una canción lenta sin pasión en la que, encima, el solo de piano de David Bryan queda "censurado" por una losa de guitarras rítmicas.
Los videoclips:
Con el lío que hay sobre la distribución de singles por países, aún no sabemos si en Europa habrá cuarto single. De los videoclips que ya hemos visto, se puede afirmar fácilmente que son los mejores desde 1992. El de Misunderstood, por su amable comicidad y el de All About Lovin' You por increíble emotividad.
La pregunta:
¿Cómo es que han tardado tanto tiempo en darse cuenta del excelente espesor que otorgan los violines a las canciones cañeras y no sólo a las baladas?
EL DISCO, CANCIÓN A CANCIÓN:
Impresionante 1 2 4 7 8 9 11
Excelente 3 5
Correcto 6 10 12
Aburrido
Insoportable
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Night after night after night.......
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